11 de abril de 2006

EL SÍNDROME DE LA VIRTUALIDAD

Las nuevas tecnologías han venido a simplificar y acercar las comunicaciones, es genial, con una computadora, un click y una conexión a Internet se puede establecer contacto con los rincones más remotos del planeta.

Hasta aquí es maravilloso, pero el problema comienza cuando se mezclan las cuestiones del corazón con este tipo de avances. Al principio es bárbaro porque una tiene la posibilidad de conocer hombres por Internet, y si las cosas más o menos tienen un poco de feeling, a través de la mensajería instantánea podemos estar conectadas unas cuantas horas con nuestros “amorcitos”.

Pero, ¿qué pasa cuando una relación se construye en gran parte a través de Internet?. No indago sobre el amor a distancia porque es un tema largo y engorroso del que todavía no estoy lo suficientemente empapada como para escribir, así que voy a limitarme a relaciones que se dan entre personas de la misma ciudad que no tienen mayores problemas de lejanía y enlaces telefónicos.

Fulano y Mengana se conocieron por Internet y utilizan un mensajero instantáneo como vía de comunicación. Luego de horas, días y semanas de chateo deciden encontrarse, previo intercambio de fotografías, para ver si lo que está del otro lado es mínimamente potable. Se pasan los celulares para estar en contacto cuando la computadora no lo permite y finalmente concretan la primera cita. La salida fue increíble, la pasaron de maravilla y congeniaron muy bien (muchas veces estos encuentros suelen ser un fiasco cuando no está la “careta” de la virutalidad de por medio).

Podría decirse que esta mini historia no tiene nada de extraño, salvo que Fulano nunca llama a Mengana y su única manera de arreglar salidas (si es que lo hace) es a través de un e-mail o del mensajero instantáneo. Ni siquiera un sms le envía. Y es en ese momento cuando Mengana, como nos pasó a muchas de nosotras, quedó descolocada porque no pudo comprender cómo actuar frente a esta situación.

Como sostuve en otro posteo, la mujer puede convertirse en la eterna esperadora de llamados, y si el hombre está interesado quizás se ilumine y marque los numeritos; entonces, ¿Qué pasa cuando el tipo no lo hace? Good question, la idea es tratar de desentrañar algo este misterio.

Según el consenso popular no se termina de comprender 100% por qué alguien actúa así, pero coincide en que, por ejemplo, un hombre utiliza un mensajero instantáneo para establecer contacto con su conquista porque así es más fácil y no tiene que tomarse el trabajo de realizar una comunicación telefónica (intentemos ser objetivas y no mezclar el factor tacañería con esta aparente vagancia).

El MSN, por citar uno de los mensajeros más populares, permite esa impersonalidad que muchos hombres adoran. Saben que estás ahí, bien disponible, y que probablemente cuando te inviten a salir dirás un “CLARO QUE SÍ”. No tienen que tomarse la molestia de llamarte, ni tampoco de pensar en vos en el momento en que su vida se aleja del aparato informático. Pareciera que una forma parte de la PC, y cuando él la apaga, te esfumaste de su vida. Es fácil y práctico. Mientras estás como una esclava de la computadora, esperando eternamente a que tu romeo aparezca, porque ni siquiera tiene la deferencia de llamarte, y ojo si no llega a estar conectado porque tu cabeza empieza a maquinar que está con “otra”.

Algo similar ocurre con las mujeres que conocen a un hombre en algún curso, clase o similar, donde saben que sí o sí verán a su Romeo obligatoriamente una determinada cantidad de días a la semana, entonces si te cruza te invita a salir, por inercia, pero sino jamás te llama.

La solución a esta disyuntiva es práctica y requiere fuerza de voluntad, porque simplemente se borra el contacto del “impersonal” y si le interesa, llamará. Ningún e-mail, ni sms; ring ring o nada. El efecto colateral de esta decisión es que quizás él nunca más vuelva a contactarte. Si el tipo te interesa mucho y te hiciste la hembra del arrabal, probablemente sufras un poco los primeros tiempos. Al fin y al cabo te estás haciendo un favor, no hay que negar la realidad, si no te llamó en todo este tiempo, tampoco lo va a hacer después.

1 comentario:

JavierDM dijo...

Eso se llama "compromiso": Si te importa, bárbaro; si no te importa seguramente esa persona no llamará, y tiene en parte que ver con uno de los posts anteriores. A veces a la gente pareciera que hay que ponerla "a prueba", para ver cómo reacciona ante ese escenario. Salud !