5 de abril de 2006

EL QUE NO LLAMA

Hay salidas que para una mujer quedan en la posteridad, en las que una sale con un hombre y la pasa increíblemente bien, que cree que realmente congenia, es bonito y considera que muy a futuro podría llegar a gestarse algo interesante.
En ese primer encuentro todo fue maravilloso: muchas horas juntos, risas, diálogo fluído, fue una velada entretenida; pero el tiempo fue tirano y llegó el momento en el que los caminos se separaron: taza taza, cada uno se fue para su casa.
Él se despidió, y de su boca probablemente salieron algunas de estas frases: “Te llamo”, “Te llamo `X´ día”, “Hablamos” o “Que te vaya bien”.
Lo importante aquí, para ayudar a calmar las ansias de la platea femenina, es intentar desglosar estos postulados para entender, aunque sea mínimamente, qué piensa el individuo masculino cuando decide emplear esas palabras y no otras:

  • Te llamo: Es una frase muy ambigua porque no agrega una meta temporal. En efecto puede llamarte, pero no sabrás si será dentro de unos minutos, unos años o nunca. Y vos, como una tarada, te quedás pendiente del teléfono eternamente, creyendo que en instantes te llamará y que si no lo hizo fue por un problema del la red telefónica, pero las horas, los días y las semanas siguen pasando y parece que se lo hubiera tragado la tierra. Esta es, probablemente, una de las mejores tácticas masculinas, que les da la posibilidad de llamarte si están realmente interesados o si no había otra mejor.
  • Te llamo “X” día: Esta frase es menos desesperante que la anterior por una ínfima cuestión: él incluyó la variable temporal. Lo bueno de este sistema es que si no te llama cuando lo prometió es un mentiroso o se le cayó una maceta encima de la cabeza y perdió la memoria, por lo tanto tampoco sería provechosa esa relación.
  • Hablamos: Esta variante deja un sabor a nada indescriptible, porque el “hablamos” te deja ilusionada pero a la vez nunca sabrás dentro de qué contexto se dará esa charla, si es que sucede. Muestra un cierto desinterés que no podrás comprobarlo inmediatamente, por lo tanto sólo restará esperar y procurar que la ansiedad no se apodere de todos tus actos.
  • Que te vaya bien: Muchachas, esta es la peor de todas, porque no da ni siquiera una pequeña luz de esperanza para un futuro encuentro. Es una manera decorosa y cruel de decirte: “Todo bien, pero no”. Te pisotea la autoestima hasta reducirla a polvo. Lo positivo de esta variante es la sinceridad, ya que si él no está interesado, por lo menos no te miente con que te va a llamar. Claro que eso no quita que estemos como unas bobas pegadas a nuestros aparatos de comunicación esperando noticias de él, por las dudas.

También está el síndrome de la virtualidad, que es una cuestión llena de tonos grises porque la relación pasa a estar netamente interceptada por una computadora. De este tema me encargaré en una sucesiva entrega, ya que considero que merece un apartado especial. Ahora lo importante es socorrer a las lectoras ávidas de explicaciones racionales del por qué el tipo no marcó los numeritos.

Why? Amigas, me encantaría predecir el futuro, pero lamentablemente no es algo que esté a mi alcance; así que pasaré a recopilar algunos testimonios extraídos de conversaciones con otros pares de ambos sexos.

Destaco un muchacho que me dijo algo así como “Si el tipo no llama, en un 90% de los casos es porque no está interesado y el 10% restante es porque es un boludo”. Convengamos en que no queremos un tipo que no nos valora, ni tampoco un boludo; por lo tanto el hombre “no llamador” es mejor que se esfume, ya que si llega a resurgir como el Ave Fénix, probablemente será porque las otras con las que intentó algo no le correspondieron.

Las más esperanzadoras dicen que por ahí el hombre en cuestión no quiere ser pesado, entonces prefiere tomarse las cosas parsimoniosamente, se relaja y llama cuando los planetas se alinearon y el fin del mundo que Nostradamus predijo fue una patraña.

También están los que sostienen que las mujeres somos “hijas del rigor”, entonces no nos llaman porque ellos son bien caudillos y nos maltratan, y de esta forma se aseguran que moriremos por ellos y estaremos entregadas en bandeja. Este sistema parece que a los hombres les da un resultado maravilloso. Mi recomendación en este caso es que nos pongamos las pilas y a estos mamarrachos los mandemos a volar, aunque sea por el bien de la comunidad femenina.

Y para terminar con los testimonios recopilados, están los que sostienen que la mujer también debería llamar. Es por ese tema de la liberación de los sexos, romper los estereotipos y bla bla bla. Quiero comunicarle a esos hombres que la idea en teoría podría funcionar, pero en la práctica el 90% de las mujeres espera el llamado masculino; así que por el momento me permito refutar este supuesto.

La cuestión es ¿Cómo hacemos para aplacar esta ansiedad que nos machaca el cerebro y el corazón cuándo él no llama? Puedo decirles, ahora que lo pienso en frío, que ya vendrá otro que realmente sienta interés por nosotras y no se pueda contener para llamarnos. Parece que cuando una más ansiosa está es peor, porque según sostienen los hombres, a las mujeres desesperadas las presienten y les huyen; así que lo mejor será que, si estamos desesperadas, se note lo menos posible.

3 comentarios:

Fede / Billie dijo...

Como miembro del bando masculino te digo...
El problema en estos casos "telefónicos" se da cuando ambas personas en la pareja son neuróticas.
En tal caso, la mujer va a estar pensando "¿por qué no me habrá llamado?" mientras el hombre piensa "¿conviene llamarla?" y la mujer dice "¿y si lo llamo yo?" y el hombre dice "¿la llamo tan rápido? ¿no voy a quedar mal?"...
y así discurren sus historias filosóficas mientras los dos piensan que el otro es lindo/a pero malo/a.

Felicitaciones por tu nuevo emprendimiento! (será un blog como la Cosmo pero contracultural?)

JavierDM dijo...

Hay varios puntos en los cuales las cosas son así como las contás. También es cierto que muchas veces el hombre espera un llamado; muchas veces ese llamado no debe ser obligatoriamente concreto, pero sí es cierto que un llamado despierta el conocimiento de cierto interés. Al menos eso. También hay un problema implícito en cada contacto con cada mujer: las mujeres creen tácitamente que lo que ellas esperan es algo que los hombres conocen de antemano. Poniendo un ejemplo tirado de los pelos tal vez, pero igualmente válido: hay mujeres que en la cama prefieren la dulzura, y otras que prefieren otras cosas un poco más "carnales" y no tan etéreas. En esos casos, si el hombre no actúa como ella espera (como ella espera y jamás coordinaron), lo primero que sale de boca de una mujer es un clásico "no sabe tratar a una mujer". Es sólo un ejemplo de eso que se da como entendido, pero que en realidad no tiene por qué serlo.
Los llamados telefónicos demuestran una intención, y muchos hombres pudieran morirse de ganas por llamarlas; si lo hacés al otro día quedás como un virtual pajero, y para otra estarás muy interesado; por el contrario si dejás pasar unos días y discás el inalámbrico, pensarán que sólo querés llevarlas al catre, y otras que lo hiciste en el momento justo. Será demasiado complicado hablar del tema antes que el agua caiga de la catarata? Salud !

Anónimo dijo...

Me parece una tonteria que la mujer no llame...
La edad media acabo hace mucho tiempo y no me gustaria que mi futura pareja este tan atada a ideas atrasadas y no tenga la firme intencion de llamar si realmente esta interesada.
Siempre he dicho..si realmente quieres algo, haces lo que sea para conseguirlo, sino, es un interes pasajero.