24 de febrero de 2008

FLOWER POWER

Los 60´s reviven, de una u otra forma se hacen presentes en nuestras vidas, el “hippie chic” que le dicen, pero parece que no sólo es una cuestión de moda, sino también de amor.

En realidad, desearías que este sentimiento exagerado de libertad, del “amor y paz” sin límites ni tabúes, sólo sea parte de la historia. Sentís una amarga incomodidad porque te tocó un tipo con filosofía de vida hippona, que se va por ahí con su furgoneta psicodélica a vivir la vida, sin preocupaciones, a disfrutar de su libertad sin las presiones de Nixon (o sea vos).

Como todavía no aprendiste a descifrarlo, lo dejás ser, pensando que algún día él hará lo mismo con vos y se dignará a dar señales de vida y a tenerte un poco de consideración; pero los días transcurren y no pasa nada. Se da a la fuga y de repente aparece como si hubieran pasado sólo unos instantes desde la última vez en que uno supo del otro. Pero resulta que fueron días, y cuando te llama o lo ves te dice “Te noto rara” y vos pensás “Y claro, imbécil, si hace días que no se de vos, no te importa si vivo o si me pisó una tanqueta.” Pero le decís “No, nada, te habrá parecido (hijo de una gran p…)”.




Sólo te invade la ira, sumado a la impotencia de no saber como manejar la situación sin perder los estribos. Tu relación con el hombre de espíritu hippie es algo así como un Woodstock: está todo bien, compartimos el mismo sentimiento, cada uno hace la suya, cero ataduras, la pasamos bien, todo amor y paz… y los acordes de Hendrix de fondo. Pero ese sistema no te rinde porque sos de una rama más conservadora.

Aún así, el espíritu liberal del hippón tiene cosas que te atraen y no sabés qué hacer. Podés remediar la situación muy fácilmente, pero como toda mujer, estirás la penuria hasta reventar, anhelando que te surja una nueva especie de tolerancia y que a la vez él cambie esa particularidad en "nombre del amor". Si le cortás las alas atentás contra su espíritu flower power, y ya nada será lo mismo; pero por otro lado te sentís mal porque querés un hombre un poco más presente. Además es un descarado, pretende el espíritu libre del amor y paz pero que sean exclusivos, y eso no te cierra porque no está trabajando para ganárselo.

Por lo tanto atinás a exponerle la situación, él con su mente abierta y voladora parece comprenderte, y le creés, hasta que nuevamente se manda a mudar con su furgoneta hacia los prados atestados de flores. Y otra vez aparece la ira, la bronca, las ganas de tirarlo a un pozo y arrojarle una granada.

La cuestión parece reducirse a lo siguiente: te acoplás a su estilo hippie o él a tu estilo “represor”, o llegan a un consenso; en el peor de los casos, en el último viaje que haga en su furgoneta psicodélica, lo despachás de tu vida. Así de simple, para que la casa esté en orden, porque al fin y al cabo, tal como expresa el espíritu “flower power”: hagamos el amor, y no la guerra. Paz, man.

4 comentarios:

JavierDM dijo...

Cómo puede ser que nadie conteste este post?? :D
El hippie es una persona muy especial, ama a este mundo pero parece vivir en la luna. No le gustan las ataduras, pero pretende que vivan pendiente de lo que hace.
Yo personalmente no te veo con un hippie, no me hallo vos yendo a una fiesta electrónica y él yendo a ver a Arco Iris :P
"Mañanas....campestreeeessss..."

JavierDM dijo...

Actualizá, rata!!! =P

msolores dijo...

Que raro ver que no acualizas tu blog. Hace mucho que no sé de vos. Espero que tanto silencio signifique: "nada de qué quejarse". Besos

Valy dijo...

jajaja, noooo, el silencio es porque no tengo tiempo para sentarme y escribir las quejas. Todo hombre debe saber que una mujer nunca dejará de quejarse, es algo típico nuestro.